Sí, queridos amigos, sentado en la placita del barrio sentí la transmutación del oro . Allí viví lo que dice el poema. Es el caso de un “poema vivido”.De pronto, el pensamiento me llevó en su vuelo a la Cordillera de los Andes, cercana y motivo de mis andanzas en el cateo de minerales en la provincia de San Juan, donde vivo. Buscaba oro, pero en ese vuelo descubrí la respuesta emotiva al encontrarme con florcitas amarillas en vez de oro.Bastó ese encuentro para sentirme ampliamente satisfecho y darme cuenta del verdadero hallazgo: Que en mí mismo estaba el oro.
Jorge Leónidas Escudero
San Juan, Argentina septiembre de 2015MÁS AQUI: https://conversacionesconlaspiedras.blogspot.com/
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